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Mecanismos de resistencia

¡Hola de nuevo, Micromunders! Llevamos unos cuantos posts comentando el gran problema que supone la aparición de bacterias resistentes; y aunque hemos mencionado que se trata de un proceso que ocurre de forma natural...

¡Todavía no os hemos explicado en qué consiste!

¿Queréis conocer más sobre este tema? ¡Os invitamos a leer este post!



Resistencias - clasificación

Según su naturaleza, las resistencias pueden clasificarse en:

  • Naturales: inherentes a la bacteria. Pueden deberse, por ejemplo, a la ausencia de la diana sobre la que actúa el antibiótico. Este es el caso de Mycoplasma, una bacteria sin pared celular sobre la que los antibióticos betalactámicos no tienen ningún efecto (para recordar cómo actúan estos antibióticos, no os perdáis este post).

  • Adquiridas: son aquellas que aparecen con el tiempo, a causa de mutaciones genéticas y/o mecanismos de transferencia genética. Esto origina variaciones genéticas en la bacteria, con efectos que pueden ser muy variados.

  • Fisiológicas: debidas al crecimiento en biofilms, que genera una serie de condiciones muy favorables para el crecimiento de las bacterias y mejora sus condiciones de supervivencia.

Un biofilm es un agrupamiento celular firmemente adherido a superficies. Frecuentemente, los biofilms son consorcios de varias especies diferentes. Cada especie puede realizar distintas tareas para la comunidad microbiana.

Como podréis imaginar, las resistencias adquiridas son aquellas que suponen el principal problema actualmente, y sobre las que se quiere actuar. Pero... ¿cómo adquiere resistencia una bacteria?



Resistencias adquiridas: un sinfín de posibilidades

Aparte de las posibles mutaciones que pueda sufrir el genoma de una bacteria debido a la acción de agentes exógenos como la luz ultravioleta o compuestos químicos, las bacterias pueden realizar una transferencia horizontal de genes.

Sería el equivalente a un "intercambio de cromos", que permite a las bacterias adaptarse a nuevas condiciones ambientales e incluso, adquirir un "superpoder", la resistencia a compuestos antibióticos.



¿Cómo se produce el intercambio de genes?

Principalmente se distinguen 3 mecanismos: conjugación, transducción y transformación.

  • Conjugación: consiste en la transferencia de plásmidos a través de un pili sexual que tienen las bacterias.

Los plásmidos son moléculas circulares de DNA extracromosómicas que contienen información genética adicional. Por ejemplo, pueden contener información genética de resistencia a un fármaco determinado.
  • Transducción: proceso de transferencia genética en el que están involucrados los bacteriófagos (virus que infectan bacterias). Los bacteriófagos pueden "capturar" parte del genoma de la bacteria cuando la infectan y, al infectar a una segunda bacteria, transferir esta información. De esta forma, pueden llevar información sobre cómo resistir el efecto de antibióticos.

  • Transformación: consiste en que las bacterias "capturan" ADN extracelular del medio que las rodea. Este puede integrarse en su genoma, confiriendo nuevas características a la bacteria.


¿Qué efectos tiene la transferencia horizontal de genes?

Como hemos dicho, con la transferencia horizontal de genes se consigue pasar de unas bacterias a otras la información necesaria para ser resistentes a un antibiótico.


Uno de los casos más comunes es la adquisición de la capacidad de generar enzimas hidrolíticas, capaces de degradar el antibiótico, impidiendo que este tenga efecto. De igual modo, puede suceder que se modifique el sitio activo del antibiótico, es decir, la región bacteriana que reconoce el antibiótico y que le permite ejercer su acción. Sería el equivalente a cambiar la cerradura. Aunque tengas la llave (antibiótico), no entrará en la cerradura (sitio activo), por lo que será totalmente inútil.


Destacan también la disminución de la permeabilidad de la pared celular (por disminución del diámetro de sus poros, impidiendo así la entrada de antibióticos de gran tamaño) o la síntesis de bombas de eflujo, capaces de expulsar sustancias al exterior celular con un gasto de energía.



Como podéis ver, estos procesos naturales son realmente útiles para las bacterias, ya que les permiten adaptarse a nuevas condiciones (como la presencia de un antibiótico en el medio) de forma muy rápida. Es por ello que favorecer ambientes en los que se produzcan estas transferencias puede resultar muy peligroso.


¿Conocíais esta capacidad de las bacterias de tranferirse genes entre ellas? ¿Os gustaría saber más sobre algún tipo de resistencia en particular?

¡No dejéis de preguntar cualquier duda en los comentarios!




Autoras: Amanda Jiménez Anta (redes sociales). Lydia Iglesias Sánchez (web).

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