¡Hola, Micromunders! Hoy venimos a hablar un poquito más sobre los antibióticos. En anteriores entradas ya vimos la historia de los antibióticos y cómo funcionan. Ahora vamos a adentrarnos en su importancia.
¿Qué son los antibióticos?
Primero, hagamos un breve repaso, esta vez con una definición más concreta sobre estos compuestos.
Los antibióticos son agentes antimicrobianos producidos por microorganismos. Están producidos por una variedad de bacterias y hongos y, aparentemente, funcionan en la naturaleza como lo hacen clínicamente: inhiben o matan bacterias.
Debemos tener en cuenta que, de los antibióticos existentes en la naturaleza, menos del 1% son eficaces clínicamente.
¿Cómo se toman los antibióticos?
Los antibióticos pueden tomarse de distintas formas:
Vía oral (boca). Pueden ser pastillas, cápsulas o líquidos.
Vía tópica (piel). En pomada o aerosol. También en forma de gotas para los ojos o para los oídos.
Vía intravenosa o vía intramuscular. Esto sucede para infecciones graves y pacientes hospitalizados.
Algunos ejemplos de infecciones bacterianas son las amigdalitis estreptocócicas frecuentes en niños (produce faringitis), las infecciones de las vías urinarias o las infecciones de oído.
¿Cómo deben usarse en personas?
Los antibióticos sólo son efectivos si se toman siguiendo las indicaciones médicas. Es muy importante completar la duración del tratamiento y seguir la pauta marcada por el profesional sanitario.
La interrupción o alteración del tratamiento puede ocasionar una reinfección y, lo que es peor y mucho más grave, puede hacer que las bacterias se vuelvan resistentes.
¿Y en animales?
Los antibióticos también pueden tratar infecciones en animales. Algunos de ellos se pueden usar tanto en humanos cómo en animales, pero otros son específicos. Cuando suministramos antibióticos a nuestras mascotas debemos seguir las indicaciones del veterinario igual que seguiríamos las del médico.
Tanto en animales como en humanos los antibióticos también pueden emplearse como tratamiento profiláctico, son esenciales, en este sentido, en las operaciones o trasplantes previniendo la aparición de infecciones que complicaría la evolución del postoperatorio del paciente.
Algunos ejemplos de antibióticos que se usan en humanos son:
Amoxicilina. Es habitual en infecciones respiratorias por bacterias como Streptococcus spp*.
Fosfomicina trometramol. Se utiliza en infecciones del tracto urinario.
*Cuando escribimos spp. queremos decir que son varias especies del mismo género (en este caso Streptococcus).
En animales podemos mencionar:
Clamoxyl. Se usa en infecciones respiratorias por bacterias Streptococcus spp.
Bacitracina. Se usa en enterocolitis epizoótica, que es una enfermedad en los conejos.
Además, debemos tener en cuenta que, además de las mascotas, los antibióticos también se usan en producción animal. ¿Cómo se usan en el ámbito ganadero?
Uso para el tratamiento de infecciones: Evitando así la diseminación de la infección a otros miembros del grupo y reduciendo la expulsión vía fecal del patógeno. Ejemplo: Mastitis en vacas productoras de leche.
Uso como profiláctico: Su objetivo es prevenir infecciones mediante un tratamiento grupal de animales. Los antibióticos se incorporan a los piensos en formas de premezclas medicamentosas (sólidas o líquidas) a concentraciones relativamente elevadas, el resultado se denomina pienso medicamentoso.
Uso como promotor del crecimiento: Constituye el uso más controvertido. Está prohibido en Europa, pero no en otras regiones. En este caso, también se incorpora al pienso en forma de aditivo, pero a concentraciones subterapéuticas. El mecanismo por el cual los antibióticos favorecen el crecimiento (aumento del peso en un 5%) no se conoce con exactitud, pero se cree lo siguiente:
Modifican la flora microbiana intestinal, provocando una disminución de los microorganismos causantes de enfermedades subclínicas crónicas.
Dan lugar a un adelgazamiento de la pared de los enterocitos* que unido a la regulación de la flora intestinal favorece la absorción de nutrientes.
Aumento de la producción de vitaminas y otros factores de crecimiento.
*Los enterocitos son células epiteliales del intestino encargadas de diversas tareas como la absorción de diversos nutrientes esenciales.
¿Y qué es la resistencia a estos medicamentos?
Cómo hemos dicho en anteriores post, los antibióticos fueron el descubrimiento del siglo (aunque la humanidad los hubiese usado en otras épocas de forma inconsciente). Pero, cómo toda moneda, tienen una doble cara. Su uso indiscriminado conlleva la resistencia a antibióticos. ¿Qué es este fenómeno del que tanto hablamos? ¿Qué es este problema que cada vez cobra más importancia?
La resistencia a antibióticos es la capacidad que poseen las bacterias para resistir los efectos de un antibiótico. Estas resistencias pueden ser de dos tipos:
Resistencia natural. Un microorganismo puede ser resistente a un antibiótico de forma natural.
Puede carecer de la diana sobre la que actúa el antibiótico (ausencia de diana). Por ejemplo, los micoplasmas, que son bacterias carentes de pared celular, no son afectados por los antibióticos que inhiben la síntesis de pared celular.
También pueden ser impermeables al fármaco de forma que el antibiótico no penetra en el microorganismo. Por ejemplo, la penicilina G no penetra la pared de la mayoría de las bacterias gram-negativas (para recordar que significa gram negativa y positiva tenéis el post introductorio). Otro ejemplo son las micobacterias que son resistentes a múltiples fármacos debido al alto contenido de ácidos micólicos en su pared celular.
Resistencia adquirida. Una bacteria puede adquirir la capacidad de resistir los efectos de un antibiótico al que previamente era sensible. Este tipo de resistencia supone un problema de salud global. Hablaremos de ello próximamente.
¿Qué antibióticos habéis usado vosotros? ¿Y en vuestras mascotas?
¿Cuántas veces os han recetado un antibiótico para prevenir y no para curar?
¡Contadnos!
Autoras: Amanda Jiménez Anta (redes sociales). María Lorenzo Sánchez (web).
Bibliografía
Madigan, M. T., Martinko, J. M., Bender, K. S., Buckley, D. H. & Stahl, D. A. BROCK. Biología de los microorganismos. 1136 (2015).
Center for Disease Dynamics, Economics & Policy CDDEP State of the world’s antibiotics [Internet]. Washington, D.C...; 2015. Available from: http://cddep.org/sites/default/files/swa_2015_final.pdf 13. Lekshmi M, Ammini P, Kumar S,
Lekshmi M, Ammini P, Kumar S, Varela M. The food production environment and the development of antimicrobial resistance in human pathogens of animal origin. Microorganisms. 2017;5(1):11.
Asignatura Fisiología y metabolismo microbiano (FMM) de la Universidad de Salamanca.
Imágenes: Pixabay (1) | Created with BioRender.com.
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