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¿Qué soluciones se están estudiando para combatir a las bacterias resistentes a los antibióticos?

Actualizado: 6 jun 2021

En un post previo, ya comentamos el problema que supone y supondrá la resistencia a antibióticos por parte de bacterias patógenas. Se estiman unas 10 millones de muertes anuales para el año 2050. Un dato escalofriante, que parece sacado de una película taquillera de Hollywood sobre futuros apocalípticos.


El auge de las bacterias resistentes a antibióticos se debe al uso indiscriminado que se ha hecho de estas sustancias, sumado a la escasa producción de nuevos antibióticos por parte de las empresas farmacéuticas tras la edad dorada de los antibióticos (1940-1960). La vida es evolución y como decían en Jurassic Park, se abre camino. Tarde o temprano las bacterias terminan por desarrollar herramientas que les permiten vencer a los antibióticos usados en ese momento.

La metáfora de la Reina de Corazones, inspirada en el libro Alicia a través del espejo, explica este fenómeno. Así, la Reina le dijo a Alicia: «Como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido». Esta metáfora significa que si queremos estar por delante de las bacterias en esta carrera, no nos queda más remedio que producir nuevas sustancias antibióticas a las que las bacterias no se hayan enfrentado antes. Una carrera interminable que nos obliga a producir nuevos antibióticos cada cierto tiempo. De este modo, para combatir la creciente resistencia a los antibióticos, se están buscando nuevas alternativas. En este post hablaremos de una muy interesante, la lisozima.


¿Qué es la lisozima?

Brevemente, la lisozima o muramidasa es un enzima que hidroliza (degrada) los enlaces β 1-4 entre los residuos de ácido N-acetilmurámico y N-acetil-D-glucosamina del peptidoglicano, el componente mayoritario de la pared bacteriana. Por lo tanto, la lisozima es capaz de matar a bacterias, principalmente Gram positivas. La lisozima forma parte del sistema inmune y actúa como una de las primeras barreras a la entrada de patógenos en nuestro cuerpo.


Así, no es de extrañar que esté presente en la saliva, lágrimas, en la leche materna…


Curiosamente, tanto el estudio de este enzima como su nombre, lisozima, provienen ni más ni menos que del mismísimo Fleming, quien publicó los resultados en 1922, hace casi 100 años. En dicho artículo, Fleming analiza como las secreciones lacrimales (ricas en lisozima) son capaces de eliminar bacterias. También determinó que la clara del huevo es muy rica en lisozima. Sorprendentemente, los estudiantes de grados como Bioquímica todavía recapitulan prácticamente al dedillo los experimentos que Fleming publicó en su artículo.


Las posibles aplicaciones de la lisozima se quedaron en una especie de “stand-by” porque unos años más tarde, en 1928, Fleming descubrió la penicilina. El resto es historia. Hoy en día, la lisozima se usa como conservante alimenticio (E1105). En España, por ejemplo, se permite su uso en ciertos quesos. Actualmente, en el campo de la investigación, se están desarrollando modificaciones en la lisozima para aumentar su efecto bactericida, incluyendo que pueda degradar no solo a Gram positivos, sino también a Gram negativos.


En posts venideros hablaremos de más alternativas para combatir la resistencia a los antibióticos. ¡No os los podéis perder!

Autores: Adrián Fragoso Luna, María Lorenzo Sánchez y Lydia Iglesias Sánchez.

Bibliografía

  • Żelechowska, P (2016). Endogenous antimicrobial factors in the treatment of infectious diseases Cent Eur J Immunol. 41(4):419-425.

  • Fleming, A (1922). On a remarkable bacteriolytic element found in tissues and secretions. Proceedings of the Royal Society B. 93 (653): 306–317.

  • Blumentahl, I et al. (2021). Nonclassical antagonism between human lysozyme and AMPs against Pseudomonas aeruginosa. FEBS Open Bio. 11(3):705-713.

  • Clementi, E.A (2013). A complex of equine lysozyme and oleic acid with bactericidal activity against Streptococcus pneumoniae. PLoS One. 18;8(11):e80649.

  • Aminlari, L. (2014). Modified lysozymes as novel broad spectrum natural antimicrobial agents in foods. J Food Sci. 79(6):R1077-90.

  • Imagen: Created with BioRender.com.


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